El Consejo Audiovisual Andalucía constata la emisión de 300 horas de videncia en horario infantil en sólo 12 días y recuerda se trata de una infracción grave

El Consejo Audiovisual de Andalucía (CAA) ha constatado la persistencia de emisiones de programas de videncia y esoterismo en horario de protección de menores (desde las 6 de la mañana a las 10 de la noche), pese a que la nueva Ley General de Comunicación Audiovisual, en vigor desde el 1 de mayo de este año, prohíbe la emisión de este tipo de contenidos entre las 7 y las 22 horas.

Un informe de seguimiento realizado por el Servicio de Análisis del CAA durante las dos primeras semanas de septiembre, ha constatado la emisión de más de 286 horas de videncia en horario no permitido. Se da la circunstancia, además, de que todas estas emisiones pertenecían a señales analógicas a pesar de que la fecha teórica del cese de este sistema se cumplió el pasado 1 de abril.

Desde la entrada en vigor de la Ley General de Comunicación Audiovisual, que restringe la difusión de este tipo de contenidos a la franja horaria comprendida entre las 22 horas y las 7 de la mañana, el CAA ha iniciado un total de ocho expedientes contra varios operadores que emitían por toda la geografía andaluza. La nueva normativa prevé sanciones que van desde 100.001 hasta los 500.000 euros por incumplir esta restricción.

Algunos de estos canales repetían la señal de operadores vía satélite, por lo que el CAA solicitó meses atrás a la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información (SETSI) que adoptara las medidas necesarias para impedir la difusión estos contenidos en horario protegido a través de este sistema de emisiones. El Consejo también puso en conocimiento de la Dirección General de Comunicación Social de la Junta de Andalucía la existencia de emisiones de canales en sistema analógico.

En mayo de este año, el CAA detectó que la videncia representaba más del 37% de la programación de los canales que aún seguían emitiendo en analógico, esto es, el género con mayor presencia en la programación. Además, la totalidad de los operadores que difundieron estos contenidos, eran de titularidad privada.