La programación de radio y televisión debe proteger los derechos de la infancia y la juventud, así como respetar la dignidad de las personas.
No puede contener ningún elemento que suponga una discriminación de colectivos o minorías.
Debe velar por la igualdad entre hombres y mujeres.
También tiene que respetar el pluralismo político y social y cumplir con la señalización de contenidos prevista en la legislación.