En muchas ocasiones, la delicada naturaleza de determinados acontecimientos sumados a la inmediatez de los medios de comunicación, desemboca en prácticas periodísticas alejadas de la ética profesional y para las que no siempre existe un marco legal.
La múltiple perspectiva profesional de un órgano como el Consejo Audiovisual de Andalucía, que además actúa como intermediario entre los medios de comunicación y la sociedad, propicia la elaboración conjunta de códigos éticos y de buenas prácticas que los profesionales de la comunicación asumen voluntariamente para mejorar la calidad de su trabajo y, en último término, informar con rigor a la audiencia de los hechos más polémicos.