El 40% de la audiencia andaluza apunta a un exceso de programas del corazón como lo peor de la televisión, seguido de la telebasura y la publicidad

La presidenta del Consejo Audiovisual de Andalucía (CAA), Emelina Fernández Soriano, y la consejera del CAA responsable del estudio, Cristina Cruces, presentaron hoy el Barómetro Audiovisual de Andalucía 2011, una encuesta sobre los hábitos de consumo y de valoración sobre los medios de comunicación que realiza cada año el CAA desde 2007. Esta quinta edición aumenta el tamaño de la muestra hasta las 2.432 entrevistas telefónicas, un tercio más que en la edición anterior.

Las conclusiones más destacables que arroja el Barómetro Audiovisual se podrían sintetizar en una censura generalizada de la población ante contenidos televisivos relacionados con el corazón y la publicidad de productos de salud o belleza, -considerada engañosa o equívoca por el 76,8%-, el avance de otros soportes alternativos a la televisión para el visionado de contenidos y la preferencia por los valores y la calidad de servicio público que ofrecen las televisiones públicas.

Seis de cada diez andaluces –concretamente el 58,6% de la población- señala a los programas de información como el tipo de contenido que más ve en televisión, según. La ficción –cine, tv movies o series- está en segundo lugar (54%), seguido de los programas de entretenimiento (35%), y de espacios culturales y deportivos (19% y 18%, respectivamente). Ante estas respuestas, es fácil concluir que de todos los medios de comunicación disponibles para la población, la televisión sigue siendo el elegido por la mayoría para entretenerse o evadirse (53%), aunque internet avanza imparable y es la primera opción de entretenimiento para el 23%.

El contexto de crisis económica que atraviesa la sociedad se refleja también en las preferencias de la ciudadanía por determinados temas de la actualidad, con un crecimiento de casi 34 puntos porcentuales el interés por los temas económicos desde 2007 hasta 2011, al pasar de un 3,4% que en 2007 optó por esta temática como asunto favorito de la actualidad, a un 37,5% en 2011.

La televisión también sigue liderando las preferencias de los andaluces como el medio preferido para informarse (49%), seguido de internet (21%) y de la radio 15,5%. Aunque estos porcentajes se intercambian si se desciende al detalle y se analiza en función de la edad.

Atendiendo a la preferencia de la audiencia por el género relacionado con la información, el 72% percibe una exposición sensacionalista de la crónica política y también un exceso de sucesos en los informativos, según 66,3%.

Uno de los datos más llamativos que arroja el estudio es la respuesta espontánea de un alto porcentaje de la población, que casi el 40% apunta un exceso de programas del corazón como el aspecto que menos le gusta de la televisión. En este sentido, el 91,5% de los telespectadores andaluces piensa que los programas dedicados a la crónica social o del corazón son perjudiciales para los menores de edad.

La emisión de videncia en televisión es otro de los contenidos que concita valoraciones negativas para el 77% de los andaluces que considera estos programas como una estafa, un timo o un engaño cuya emisión se debería prohibir.

Audiencia crítica con el grado de pluralismo en la televisión
La radio, a pesar de estar en el tercer lugar en la lista de medios elegidos para informarse, ofrece un mayor grado de objetividad para los andaluces, que le conceden un 6,12 en una escala que oscila desde el 0 hasta el 10, frente al 5,46 que le otorgan a la objetividad de los espacios informativos de la televisión. Aquí también hay diferencias de valoración en función de la titularidad pública o privada del medio, y salen mejor parados los primeros frente a los segundos.

No obstante, la población andaluza se manifiesta crítica en su mayoría respecto al grado de pluralismo político en los medios, como lo demuestra que un 57% cree que la televisión no es políticamente plural, y no llega a la mitad quienes entienden que tampoco lo es la radio (48%). En cuanto a las televisiones municipales, más de la mitad (el 52%) piensa que son medios utilizados para hacer propaganda de los equipos de gobierno.

Convergencia entre internet y televisión
El crecimiento en la penetración de internet como medio de comunicación alternativo a los llamados medios tradicionales (televisión, radio y prensa escrita) observada en los anteriores estudios, ha llevado a preguntar en esta edición del Barómetro Audiovisual por el consumo de televisión a través de internet, y la respuesta arroja un interesante dato: el 20% de los andaluces que ven televisión lo hacen a través de internet. Se trata sobre todo de la población que está por debajo de los 34 años y reside mayoritariamente en zonas urbanas.  

Y la práctica totalidad de ellos (96%) utiliza el ordenador, con lo que consume las ofertas que los operadores ponen a disposición de la audiencia bien en formato streaming, o bien bajo demanda o televisión a la carta en sus webs.

La función de las televisiones públicas
En pleno debate sobre el cuestionamiento de las televisiones públicas, el Barómetro Audiovisual de 2011 ha preguntado a los andaluces sobre las funciones que atribuye a este tipo de operadores. Dos terceras partes (el 67%) responden de forma espontánea que informar ha de ser su principal misión, la mitad dice educar (49%) y un 27,4% habla de entretener. De forma global, La1, de TVE y Canal Sur TV son el segundo y el tercer canal preferido por la audiencia, por detrás de Antena 3 TV.

Respecto a las televisiones municipales, un tercio de los entrevistados considera que prestan un servicio útil y necesario. El 26% está en desacuerdo con esa afirmación, mientras que un 20% no tiene definida una posición al respecto.

En lo que sí existe un consenso generalizado es en que la regulación de los contenidos de televisión y radio es algo bastante o muy necesario para el 72,7%, y algo necesario para el 18,4%. Tan sólo un 6,7% cree que es algo poco o nada necesario. También se produce unanimidad en cuanto a si los órganos encargados de esta función reguladora han de tener capacidad sancionadora (89,4%).