Carmen Fernández Morillo intervino hoy en unas jornadas organizadas por el Colegio de Abogados de Sevilla sobre el tráfico de seres humanos y otras formas de explotación sexual con una conferencia titulada “La mujer como objeto de consumo y ocio masculino en los medios audiovisuales”. “La publicidad de prostitución supone, junto con la publicidad de líneas eróticas, de locales donde se ejerce la prostitución y de descarga de videos eróticos o pornográficos, una mercantilización y uso de la imagen de la mujer como mero objeto sexual o de consumo masculino en los medios audiovisuales incompatible con la legislación española”, afirmó la consejera del CAA experta en temas de género.
El papel que están desarrollando los medios de comunicación en cuanto a la imagen de la mujer es esencial en nuestra sociedad, y en el caso de Andalucía, ha bajado considerablemente el número de ciudadanos que atribuyen a los medios una labor el favor de la igualdad entre hombres y mujeres, recordó Fernández Morillo. Según los datos del Barómetro Audiovisual de Andalucía, en 2007, el 60% de la población opinaba que los medios estaban contribuyendo a este fin. Sin embargo, cuatro años después, sólo pensaba así uno de cada tres ciudadanos.
La consejera del CAA constató que la autorregulación de los medios en el caso de la publicidad de la prostitución ha fallado, por lo que consideró que tanto el poder ejecutivo como el legislativo no deberían delegar en el propio sector la salvaguarda de estos derechos de las mujeres y de los intereses generales de la sociedad. “Una ciudadanía acrítica y poco activa es un caldo de cultivo para que los criterios económicos prevalezcan sobre el interés social y la responsabilidad que la legislación atribuye a los medios”, añadió en este sentido.
Carmen Fernández Morillo explicó que nada impide la prohibición de la publicidad de la prostitución, al igual que se ha prohibido la de tabaco o regulado la de bebidas alcohólicas. Los medios de comunicación de otros países europeos han renunciado a los ingresos procedentes de este tipo de publicidad, que –subrayó la consejera del CAA- hunde sus raíces en la esclavitud, el tráfico de seres humanos, la pobreza y la consideración de la mujer como objeto sexual.
El CAA realizó un informe en 2008 que demostró la elevada presencia de publicidad y chat de contactos sexuales y de prostitución en los medios audiovisuales, un asunto cuyo debate, hasta entonces, se limitaba a los medios impresos. Asimismo, el Consejo estudió la posibilidad de encajar este tipo de publicidad en los supuestos de publicidad ilícita previstos en la Ley General de Publicidad, teniendo en cuenta que varias instituciones internacionales advierten que la prostitución vulnera la dignidad de las personas, supone una manifestación de la violencia de género y quiebra la libertad personal, incluso si se cuenta con la anuencia de las mujeres prostituidas, que en España tienen la consideración de víctimas.
El CAA remitió un amplio informe con una muestra de los mensajes emitidos en las televisiones locales andaluzas a la Fiscalía Superior de Justicia de Andalucía que finalmente dictaminó que, al no existir una regulación específica, solo podía considerarse ilícita la emisión de esta publicidad en horario de protección infantil –entre las 7 de la mañana y las 22 horas- .
En cuanto a su ámbito de actuación, recordó Carmen Fernández Morillo, el CAA ha incoado 23 expedientes sancionadores por emisión de publicidad de servicios sexuales y de prostitución en horario infantil y ha aprobado una instrucción que amplía el concepto de publicidad de servicios sexuales a los chat televisivos que ofrezcan o demanden contactos.
En 2008, el CAA evidenció que España estaba incumpliendo la directiva comunitaria que prohíbe taxativamente la emisión de contenidos pornográficos, por lo que la Comisión Europea abrió expediente a nuestro país. La Ley General de Comunicación Audiovisual, aprobada en 2010, resolvió esta situación. Hasta ahora, el Consejo ha incoado nueve expedientes sancionadores por emisión de contenidos pornográficos y siete por difusión de sexo explícito en horario infantil, imponiendo multas de hasta 300.000 euros.
Fruto de este trabajo, se ha conseguido erradicar totalmente la difusión de películas pornográficas pero –lamentó la consejera del CAA- las franjas horarias nocturnas se han trufado de contenidos eróticos, publicidad de descargas de video, líneas calientes o chats sexuales concebidos para el ocio masculino en torno a la imagen de la mujer como objeto sexual. La pornografía es otro concepto jurídico indeterminado, de ahí que en ocasiones resulte difícil distinguirla nítidamente del erotismo, apuntó Carmen Fernández Morillo.
Ante esta situación, la consejera del CAA identificó como retos inmediatos en el sector audiovisual el fomento de la alfabetización mediática de la población, sobre todo de los menores de edad para que desarrollen la capacidad de acceder, comprender y evaluar de forma crítica los aspectos de los medios y la publicidad, incluida la reglamentación. De hecho, recordó que la alfabetización mediática constituye uno de los ejes de actuación del CAA, que ha abierto un debate sobre este asunto para llevar a las escuelas andaluzas esta disciplina. “El poder que ya han demostrado tener las redes sociales, ejercido por una población crítica a través de la televisión conectada, podría lograr lo que no ha conseguido ni la regulación ni décadas de diálogo con los medios”, dijo.
Otros de los retos apuntados por Carmen Fernández Morillo consisten en preservar los valores y principios democráticos en la era digital, impulsar una Ley General de Comunicación Audiovisual en Andalucía y la incorporación de la corregulación como instrumento par a mejorar los contenidos audiovisuales.