El CAA plantea en el Parlamento la necesidad de abordar reformas legales para avanzar en la igualdad de género a través de los medios de comunicación

La presidenta del Consejo Audiovisual de Andalucía, Emelina Fernández ha advertido hoy al Grupo de Trabajo de la Comisión de Igualdad, Salud y Políticas Sociales del Parlamento andaluz de que conceptos como sexismo, estereotipos, dignidad de la mujer o violencia gratuita son considerados jurídicamente indeterminados, por lo que esta falta de concreción impide en muchas ocasiones una actuación contundente del CAA en materia de igualdad de género, sobre todo en el ámbito de la publicidad.

         Según explicó, esa indeterminación ha provocado que las intervenciones del Consejo relacionadas con la igualdad en las comunicaciones comerciales se hayan limitado hasta el momento a meras advertencias o recomendaciones de carácter no vinculante. En este sentido, la presidenta del órgano regulador andaluz añadió que resulta esencial disponer de indicadores que permitan medir con precisión el sexismo, contando para ello con el respaldo de argumentos puramente técnicos.

         Emelina Fernández, cuya intervención se encuadra en el grupo de trabajo creado para analizar y revisar la situación de la igualdad de género y la violencia machista en nuestra comunidad, informó de que el Consejo Audiovisual de Andalucía trabaja en la elaboración de un documento de consenso con otras autoridades reguladoras de nuestro entorno (Francia, Portugal, Italia o Marruecos) que recoja esos indicadores objetivos.  El compromiso es hacer llegar el citado documento a la Cámara a finales de año, una vez terminados los trabajos actualmente en marcha.

El fracaso de la autorregulación

         La presienta del CAA también constató el fracaso que ha supuesto hasta el día de hoy la autorregulación de los medios de comunicación en nuestro país, ya que ni los prestadores del servicio audiovisual, ni los profesionales, ni el sector publicitario han asumido las pautas de conducta dictadas para fomentar el tratamiento igualitario y erradicar los comportamientos que favorecen situaciones de desigualdad.

         En este sentido, desde el Consejo se considera, por una parte, que la corregulación puede ser el camino para que los medios asuman compromisos que, una vez suscritos, sean de obligado cumplimiento y, por otra, que nos encontramos en un buen momento para abordar estas y otras reformas –como la actualización del Código de Autorregulación de Contenidos Televisivos e Infancia, aprobado en 2004-, ante la próxima redacción de una nueva Ley del Audiovisual de Andalucía.

         La realidad es que los medios siguen ofreciendo una imagen estereotipada y desigual de la mujer, como constata el Consejo en los informes periódicos que realiza. De sus resultados se deduce que persiste la invisibilidad mediática de la mujer. Por ejemplo, el tiempo de palabra otorgado a las mujeres en los informativos del conjunto de las televisiones que analiza el CAA es del 26,7%, mientras que el dedicado a los hombres es 73,3%. Es decir, tres de cada cuatro intervenciones son masculinas.

         Este informe también revela que las televisiones públicas apenas tienen en cuenta la voz de las mujeres como fuente especializada y fiable. El 78% de las personas expertas entrevistadas para analizar y juzgar asuntos de interés informativo son hombres. Este dato hay que enfrentarlo al hecho de que en la población de entre 25 y 34 años hay más mujeres que hombres con estudios universitarios. De manera que la representación de la mujer en los medios no coincide con la realidad.

         Año tras año, los informativos no reflejan el papel relevante que ha adquirido la mujer en la sociedad, y se evidencia una mayor concentración de mujeres en roles tradicionalmente femeninos. Educación, sanidad, sociedad y sucesos son los ámbitos donde las voces femeninas alcanzan un mayor protagonismo, en contraposición con la crónica política, deportiva y las informaciones vinculadas a la ciencia, la tecnología o el mercado de trabajo, donde su presencia es a menudo casi testimonial.

La educación audiovisual de los menores

La consejera del CAA, Inmaculada Navarrete, que también ha intervenido ante este Grupo de trabajo, ha incidido en la importancia de la educación audiovisual de los menores de edad como clave para que puedan descifrar con capacidad crítica los mensajes que reciben a través de la publicidad y de contenidos consumen, aun fuera del horario protegido. En este sentido, ha apostado por mejorar la calificación de determinados contenidos de ficción y entretenimiento que en la actualidad se emiten como aptos para un público infantil o adolescente y que, sin embargo, no lo son.

Navarrete ha apostado además por la necesidad de que la sociedad “interiorice las leyes” que existen sobre igualdad y contrarias a la violencia de género, para lo cual, será necesario un trabajo conjunto de administraciones, instituciones y de también medios de comunicación y anunciantes.

Violencia de género

         En este contexto, la violencia de género no sólo ha perdido relevancia informativa, como ha revelado el último informe sobre la materia que presentó el CAA la semana pasada, sino que el tratamiento que algunos programas han dado a casos concretos llevó al Consejo en su momento a reclamar al Parlamento un debate riguroso sobre la necesidad de abordar la regulación de los medios de comunicación cuando se producen coberturas mediáticas caracterizadas por el sensacionalismo informativo de sucesos, que vulneran derechos fundamentales de las víctimas y del resto de personas implicadas en el mismo.

         Desde el CAA se ha constatado que se incumplen sistemáticamente, también en este asunto tan grave, los acuerdos de autorregulación. Solo el 22% de las noticias sobre episodios de violencia de género, por ejemplo, informan de la existencia del teléfono de atención a las victimas 016, pese al compromiso firmado en 2007 y las recomendaciones recogidas en la ley.