La presidenta del Consejo Audiovisual de Andalucía (CAA), Emelina Fernández, ha alertado hoy de un retroceso en el respeto a la igualdad de género en los contenidos y la publicidad que emiten los medios de comunicación, por lo que ha defendido perfeccionar la regulación para que conceptos como sexismo, estereotipos, dignidad de la mujer o violencia gratuita estén mejor delimitados jurídicamente. De esta manera, dijo, las autoridades reguladoras podrían actuar de forma más contundente, especialmente en campos como el de la publicidad, donde el sexismo es más difícil de combatir.
Fernández hizo estas consideraciones durante la inauguración de las jornadas Medios de Comunicación e Igualdad, una alianza necesaria, que se desarrollan entre hoy y mañana en el Parlamento de Andalucía, y que inauguró conjuntamente con el presidente de la Cámara andaluza, Manuel Gracia. La presidenta del CAA propuso aprovechar el proceso de redacción y aprobación de la nueva Ley Audiovisual de Andalucía para concretar estos conceptos.
La presidenta de la autoridad audiovisual andaluza denunció que ni los profesionales de la información ni los operadores ni el sector de la publicidad han asumido las recomendaciones, los informes y las pautas encaminadas a fomentar un tratamiento igualitario de hombres y mujeres en la comunicación, así como a erradicar las conductas que favorecen las situaciones de desigualdad.
Recordó que los informes del Consejo revelan que la mujer sigue siendo invisible para los medios y que su imagen mediática dista mucho del papel real que ejerce en nuestra sociedad. Así, advirtió de que las intervenciones masculinas en los informativos de las televisiones públicas andaluzas superan de largo a las femeninas, o que la inmensa mayoría de personas expertas que aparecen en las noticias para explicar la realidad son varones, y el número de mujeres que aparece sin identificar, como fuente irrelevante y personaje anónimo, dobla al de hombres.
“Hace demasiado tiempo que no hay avances significativos, como si las llamadas de atención de las autoridades reguladoras, de las asociaciones y colectivos que defienden la igualdad se hubieran convertido en un soniquete sin mayor efecto sobre la esfera mediática y las dinámicas que la rigen”, lamentó la presidenta del CAA.
Fernández atribuyó esta situación a la falta de tradición autorreguladora de nuestro país, así como al “coste irrelevante” que tiene para los medios el incumplimiento de los acuerdos y de la ética profesional. “Los operadores tienen claro que ciertas malas prácticas salen rentables en términos puramente económicos”, añadió.
En este sentido, recordó que pese a la legitimidad del interés comercial que rige en los medios privados frente al deber de servicio público de los medios sufragados con los impuestos de los ciudadanos, todas las televisiones y radios están obligadas a respetar valores fundamentales como el derecho de toda la ciudadanía a disponer de forma efectiva de un espacio donde no se produzca ningún tipo de agravio sexista.
“Nos encontramos ante una realidad, cuyas raíces han invadido los informativos, la publicidad, los programas de entretenimiento, la llamada telerrealidad, y hasta los canales destinados a una audiencia juvenil que están difundiendo en horario de protección infantil estereotipos de género, actitudes machistas, imágenes que cosifican el cuerpo femenino y otros comportamientos que refuerzan la idea de supremacía del hombre sobre la mujer”, advirtió Fernández.
Por ello, además de proponer un perfeccionamiento de la normativa para definir conceptos jurídicos indeterminados, la presidenta del CAA apostó también por la colaboración institucional, como viene haciendo con el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), el Instituto de la Mujer de Andalucía (IAM), o el Colegio de Periodistas.
Durante su intervención, la presidenta del CAA puso también el foco en la publicidad, un ámbito donde el sexismo se revela como un “eficaz condimento”, y animó a un consumo responsable para orientar nuestras compras “hacia productos que no quieran hacer caja con el machismo”.
Emelina Fernández concluyó su discurso con una apelación a la formación de los espectadores y de los profesionales. Por un lado, apostó por un trabajo a largo plazo centrado en la alfabetización mediática para los menores, una herramienta que previene contra la manipulación y los estereotipos al favorecer un análisis crítico de los mensajes audiovisuales. Por otro, defendió la formación de los profesionales de la comunicación.
“Necesitamos profesionales que sean conscientes del papel que desempeñan los medios como instrumento de cambio y tengan la osadía de desafiar los criterios más mercantilistas en pos de una sociedad verdaderamente regida por valores cívicos y democráticos”, concluyó la presidenta del CAA.