El director del Instituto Cervantes, Luís García Montero, ha protagonizado hoy una nueva edición del ciclo de debate Diálogos en el CAA con una conferencia centrada en la responsabilidad del oficio del periodista y de la repercusión del periodismo en la calidad de la democracia. "El oficio de contar las cosas" ha sido el título elegido por el también poeta en su exposición, en la que ha definido los que considera tres pilares para conseguir la dignidad del oficio del periodismo: "Las posibilidades de crear espacios informativos al margen del dinero, el compromiso del Estado en la creación de consejos de reflexión sobre la salud de la prensa -al estilo de los consejos audiovisuales-, y la existencia de unos medios públicos asegurados en su independencia y en su autonomía económica para no tener que competir por las audiencias con los medios privados".
García Montero considera que el ámbito de trabajo de cada uno ha de ser un compromiso con la sociedad. "Un mal trabajo ensucia la sociedad", ha dicho para luego parafrasear al escritor francés: "Contar mal las cosas es incrementar las desgracias del mundo". Desde esta dimensión, ha diferenciado un oficio de una vocación: "el primero nos permite pagar las facturas, pero lo que crea civismo es que ese oficio sea también una vocación que nos permita realizarnos como personas". Por ello, ha recalcado que la dignidad de la prensa es inseparable de la dignidad democrática: "Es fundamental tener conciencia de qué tarea se asume al contar las cosas, desde la poesía o desde la información periodística".
"No hay periodismo decente sin periodistas decentes y es fundamental reivindicar la dignidad del oficio", ha insistido el director del Instituto Cervantes que también ha defendido la creación por parte de los estados de "espacios de meditación sobre la información, sobre la situación de la prensa" [análogos a los consejos audiovisuales] al tiempo que ha rechazado de plano la tentación de controlar o limitar desde el poder la libertad de prensa. "Todo lo que ha supuesto desde el poder la limitación de la prensa ha conducido a prácticas totalitarias", ha zanjado, si bien, ha recordado, "la libertad tampoco ha conducido a la dignidad del periodismo".
García Montero ha aludido también al fenómeno de la posverdad, "la mentira de siempre adaptada al contexto tecnológico de hoy". Para ponerle coto, ha apostado por una meditación seria sobre la realidad del oficio, y ha dibujado un panorama sombrío al respecto: "La red está decidiendo lo que decimos, lo que pensamos y lo que votamos en amplias mayorías de audiencia a través de nuevos mecanismos de control que tienen una dimensión política fundamental. Se está fragmentando la realidad, no imperan discursos que organicen la información, con contexto".
"Las redes sociales están convirtiendo la información en un círculo vicioso, cuando abro internet busco lo que quiero leer, no lo que pasa en realidad. Me desentiendo de las otras noticias. Es una dinámica que sustituye la conciencia ciudadana por el halago del lector. Nos están convirtiendo en una parte del engranaje, no en dueños del engranaje", ha descrito el escritor.
Otra de las características señaladas por el director del Instituto Cervantes de esta nueva era digital es la es la velocidad: "El neoliberalismo lo mercantiliza todo y también está haciéndolo con el tiempo. Vivimos un tiempo de usar y tirar. Vivimos en el instante". Circunstancia que propicia, ha dicho, que lo que uno dice públicamente pase rápido y "parece que carece de responsabilidad".
García Montero ha alertado de que todos estos "vértigos informativos" propician la fama de líderes carismáticos que "sustituyen a los filtros democráticos". Esta dinámica produce, ha dicho, una degradación de las instituciones. Así, ha advertido de la gravedad de esta situación: "Hasta el punto de que se puede justificar democráticamente el incumplimiento de las leyes y la Constitución. Y se está constituyendo un nuevo sujeto político que para lo que sirve es para justificar “los poderes salvajes”", ha dicho.
El escritor ha vuelto a Camus para incidir en el argumento de su conferencia: "No se trata de comprometerse con la forma de la verdad, se trata de no mentir”. Así es como, en su opinión, se debería plantear el tono del oficio y de la dignificación de la comunicación. "Camus no se andaba por las ramas, se trata de separar el periodismo del dinero".