El Consejo Audiovisual de Andalucía inicia una campaña informativa sobre la emisión de concursos y juegos de azar en radio y televisión

El Consejo Audiovisual de Andalucía (CAA) ha iniciado una campaña informativa dirigida a los prestadores del servicio de radio y televisión sobre los programas concursos que animan a la participación mediante el uso de teléfonos de tarificación adicional o de mensajes de móvil “premium” y los espacios dedicados a juegos de azar. Estos últimos solo pueden emitirse entre la una y las cinco de la mañana y precisan diferentes permisos administrativos previos.

La presidenta del CAA, Emelina Fernández Soriano, presentó hoy junto a la consejera Carmen Morillo, el folleto informativo editado por el CAA que sintetiza el régimen jurídico aplicable a estos programas, detallando los requisitos exigibles en función de sus contenidos. Estos espacios no están sujetos a una normativa específica sino a la legislación que tiene como objetivo la protección de los intereses de los consumidores y usuarios, la protección de los menores de edad, la regulación de los servicios de tarificación adicional y la legislación sobre publicidad, entre otras normas.

El documento está dirigido a las emisoras de radio y televisiones de Andalucía pero también a las asociaciones de consumidores y usuarios, que han trasladado al Consejo su preocupación porque estos programas faciliten una información veraz, suficiente y comprensible, asegurando también la protección de los menores de edad. El seguimiento y control de los concursos y juegos de azar compete a diferentes administraciones públicas de ámbito estatal y autonómico.

Ante la diversidad de formatos que presentan estos espacios, es esencial diferenciar los concursos en los que para obtener un premio es necesaria la habilidad del concursante de aquellos espacios en los que la suerte o el azar resulta determinante. Es el supuesto de los programas que ofrecen premios mediante sorteo al que se accede a través de una llamada telefónica y de los denominados call tv, que formulan preguntas extremadamente fáciles con el propósito de captar llamadas sin que la pericia del espectador o del oyente sirva en realidad para obtener el premio.

Los programas en los que el azar tiene un papel primordial para entrar en antena u obtener el premio deben considerarse juegos de azar, precisan de autorización administrativa previa y sólo pueden emitirse entre la una y las cinco de mañana. La restricción horaria es también aplicable a la radio, según lo dispuesto en la Ley General de Comunicación Audiovisual, en vigor desde el 1 de mayo de 2010.

La emisión de programas dedicados a juegos de azar y apuestas fuera del horario establecido está tipificada como una infracción grave, sancionables con multas de entre 100.000 y 500.000 euros para la televisión y de 50.000 como mínimo para la radio. Quedan exceptuados de las restricciones horarias los sorteos de las modalidades y productos de juego con finalidad pública.

Los prestadores del servicio de comunicación audiovisual son también responsables subsidiarios sobre los fraudes que se puedan producir a través de estos programas y deben facilitar la información adecuada sobre las bases del concurso, juego o sorteo, coste de las llamadas y el proceso de participación.
Tras la campaña informativa, el Consejo realizará un seguimiento de estos espacios para comprobar que se ajustan a la normativa audiovisual y a los códigos de conducta que regulan el uso de teléfonos y sms de tarificación adicional.

Los juegos de azar en televisión: una preocupación ciudadana
El Consejo ya realizó en el 2007 un informe, a partir de la queja presentada en la Oficina de Defensa de la Audiencia del CAA por parte de la Unión de Consumidores de Andalucía (UCA-UCE), a la que posteriormente se sumaron otras quejas ciudadanas que denunciaban facturaciones telefónicas desproporcionadas y la participación de menores en concursos televisivos. El Consejo analizó 13 concursos emitidos en 23 cadenas locales y autonómicas, constatando la proliferación de estos espacios e irregularidades en cuanto a falta de información y transparencia en los procesos de participación.

El CAA advirtió entonces sobre la necesidad de reforzar las medidas de protección hacia los sectores de la población que, como los menores o las personas de avanzada edad, son más vulnerables ante una posible explotación de la credulidad con fines lucrativos.

En la actualidad, los informes de seguimiento y catalogación del CAA han detectado un nuevo auge en la programación de este tipo de espacios, que se presentan además como una alternativa a la obtención de recursos por parte de los operadores audiovisuales ante la crisis de la publicidad.