Advertir, a todos los prestadores, que la legislación audiovisual otorga una enorme importancia a la autorregulación de los medios de comunicación, apelando a la adopción y cumplimiento de normas deontológicas que concilien el derecho y la libertad de informar con el deber de difundir siempre información veraz y rigurosa. Resulta especialmente necesario que estas pautas éticas se incorporen a los magacines televisivos al tratarse de programas híbridos, que combinan diferentes géneros televisivos y donde resulta difícil distinguir la opinión de la información. En el caso concreto de Canal Sur TV, prestador sujeto a la competencia del CAA, recordar que su Libro de Estilo recoge normas para evitar el sensacionalismo informativo.