Insultos no, gracias

Las bajas pasiones y el populismo se adueñaron de la agenda mediática hace pocos meses con motivo de una parodia realizada en un programa de humor de un canal de televisión francés que arrojaba sospechas sobre el éxito del deporte español. Iconos patrios como Rafael Nadal, Pau Gasol o el ciclista Alberto Contador reencarnados en los famosos guiñoles esnifaban cocaína y aparecían con una jeringuilla enganchada al brazo, dando a entender que sus logros no se debían al esfuerzo y la superioridad física y técnica, sino a las trampas de la química.

Lo que sin duda era una broma de mal gusto, injusta y malintencionada pero caricatura al fin, pues se producía en un programa de humor, suscitó una gran indignación aquí en España, avivada por los medios de comunicación y secundada por nuestros dirigentes políticos…

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